
¿Se acuerdan de los incidentes con los
iPods que se
incendiaban debido a fugas en sus baterías y que causaron quemaduras en
la piel de algunos desfortunados usuarios? Bueno, pues esta vez fue un
iPhone 3G, el que decidió llamar la atención poniéndose ardiente.
Fue una mala tarde para Pieter de Leiden, Holanda, quien decidió
salir a pasear en su auto y colocar su celular en el asiento del
copiloto. Todo iba bien hasta que a Pieter se le antojó salir unos
instantes a comprar un par de aguas embotelladas (o algo) y cuando
regresó al coche se dio cuenta de que un espeso humo negro salía por la
ventanilla. Al abrir la portezuela vio su
iPhone totalmente calcinado; y para colmo, el asiento sufrió también fuertes quemaduras de segundo y tercer grado.
Pieter dio aviso inmediato tanto a
Apple Netherlands, como a
T-Mobile, pero nadie quiso hacerse responsable de lo sucedido. Pobre Pieter, sin
iPhone y sin asiento…
¿Habían visto algo más extraño?


Vía:
Gizmodo